DE PROVOCACIONES Y TRIBUTOS

Siempre el Coraje es Mejor.
La Esperanza Nunca es Vana

La recuerdo como de baja estatura, “regordeta” al decir de las madres de entonces y con anteojos de bastante aumento. Quizás lo que más me impresionaba de ella era su voz diáfana, dicción impecable y sobre todo el ritmo dado a largos párrafos de lectura sin olvidar cuanta puntuación existía. En su búsqueda de estar cerca de sus alumnos, me impactaba que bajara de la tarima, sobre la que estaba su escritorio y se ubicara entre las dos filas centrales y en medio de los dos pupitres de adelante. Desde allí, omnipresente, dominaba toda su clase de Literatura, pero a la vez, estaba muy cerca nuestro. Casi, era una más de nosotros. Pero no lo era. Había una enorme distancia cultural entre nosotros, pibes y pibas de 14/ 15 años, que dentro de nuestros guardapolvos blancos empezábamos recién a saber quién era Sor Juana Inés de la Cruz, Cervantes, Cortázar y hete aquí Jorge Luis Borges.

En sus lecturas el silencio era total, universal, infinito y largamente respetuoso. Apoyaba mi cabeza adolescente cansada de la nada misma y me perdía dentro de las prosas, himnos, odas, cuentos y poesías que la Profesora Vilaseca con tanta precisión nos leía. Sus clases eran esperadas por todos. A todos nos gustaba viajar por los Jardines de Senderos que se bifurcaban, jugar Rayuelas, pensarnos Cronopios y tener mucho miedo con La gallina Degollada.

Pero entre las miles de frases que se agolpan en mi memoria me quedo con “Siempre el Coraje es mejor, la Esperanza nunca es vana”, dos versos del “Jacinto Chiclana”, poema inolvidable luego musicalizado por el Maestro Piazzola. El Borges de los malevos me atraía enormemente ya que hablaba de los códigos, del morir por causas, de pelearse en entreveros cuando el honor estaba en juego. Jacinto Chiclana, el del alma comedida que no alzaba la voz, pero que podía jugarse la vida en una esquina cualquiera.

Hace unos días preguntaba al lector cual había sido su gesto de mayor rebeldía. Tuve variadas respuestas por las redes sociales, algunas altamente provocadoras pero la mayoría muy mansas. Es que acaso hemos perdido la capacidad de ser rebeldes?. Hoy vengo preguntar (y me pregunto a mi mismo) cual fue el acto de mayor coraje que has enfrentado?. En qué momento de tu vida has sentido que la tierra debía sentir tu paso más firme?. Has tenido ese grito del “Basta” que se impone ante múltiples injusticias o acaso sigues creyendo que pasándonos videos emotivos por WhatsApp estamos haciendo la revolución? Siguiendo el Tributo de hoy a Jorge Luis Borges, siento que nos perdemos inútil y estúpidamente en laberintos donde terminamos tomando múltiples senderos que se bifurcan entre tiempos y espacios. Peor aún, no tenemos el coraje de pensar porvenires diferentes y estamos convencidos que el futuro es un mero traslado del desgraciado presente.

Estamos en profundidades de crisis y muchos aún se preguntan “cuando explota esto?”. Mi respuesta es sencilla: Esto ya explotó. Tenemos que aprender a tomar perspectiva de los hechos y tratar de verlos como si hubieran ocurrido hace 20 o 30 años. Acaso si tuviéramos esa capacidad, no nos daríamos cuenta que da lo mismo un dólar a $180, $300 o $1000?. Una decadencia no es un punto en el espacio a una hora y en un día determinado. Una decadencia es un proceso de muchos años. Donde vemos fotos, en realidad debiéramos estar viendo películas.

Para los que nos formamos en potreros de pastos escasos, con arquitos marcados con dos latas o algunas botellas, el coraje se planteaba de diversas formas. Una de ellas era no pedir jamás “de puntín no vale” ya que debías estar listo para lo que viniera. Otra era no arrugar jamás ante el grandote que te enfrentaba y te quería pasar por arriba, era cuestión de aguantar el embate y mejor tirado y golpeado que sano y corrido de costado. De más grande, el coraje estaba dado por sacar a bailar a la más linda, a la más buscada, sabiéndote que no eras el Joven Matador de Toros de la canción de Andrés Calamaro. El coraje tiene mil formas y momentos pero jamás lograrás superar la más oscura de las tinieblas si no pones lo que hay que poner.

Y llegado este punto, vuelvo a preguntarte cual ha sido tu momento de mayor coraje? Una sociedad de tibios, quejosos y echadores seriales de culpas a los otros es una sociedad sin futuro. El señor que ilustra esta nota tenía el vacío delante pero allá fue con sus alas sabiendo solo Dios donde iría a caer. Su coraje fue lanzado al vuelo y su esperanza de salir bien no era seguramente vana. El caballero quería apoyar sus pies en polvorosa.

La Historia del Hombre la hicieron solo aquellos que tomaron decisiones con coraje y precisamente no fueron burócratas con sellos prestados en turnos eleccionarios de cuatro años. Descubrimientos, Batallas, Revoluciones del Pensamiento, Disrupciones de Moda y Estilos, Límites de la Ciencia, siempre delante había gente con coraje sin temor al fracaso o al ridículo. Borges nos diría que “el olvido es la única venganza y el único perdón” y afirmaba que la verdadera muerte será cuando ya nadie nos recuerde. Sostengo que debemos tener la fuerza para que nuestra vida merezca ser contada. O acaso no te has regocijado pensando en tus abuelos que llegaron sin nada y que desde sus conventillos fueron creciendo en una Argentina pujante de hace más de 100 años?.

Muchas veces me pregunto, si estarán ya entre nosotros los hombres de coraje que se animen a poner punto final a tanta tropelía, a tantos robos explícitos, a los asesinatos de sueños y utopías. Donde estará nuestro San Martín, que desparramó valor por los Andes con su espada solo acostumbrada a la audacia. Donde estará nuestro San Martín que se imponía en llanuras y en montañas, arriando ejércitos prestos a la lucha y a la defensa de los ideales que el mismo Gran General les enseñaba. Donde estará nuestro San Martín que se anime sacar el sable de la justicia, de las leyes, de los valores y del respeto al soberano?. Si acaso ese San Martín estuviera entre nosotros, podríamos cuidarlo para que no termine muriendo en un destierro y que de él solo queden cenizas y gloria?.

Si llegaste hasta aquí, te pido un pequeño favor. Salí a romper moldes y compuertas. Lo puedes hacer con estudio, con más trabajo, con educación desparramada y pensando que el país necesita de valientes de verdad. De simples mortales que no estén protegidos por los buscados fueros de turno. Malaya como me gustaría encontrarme a más de uno para decirle: “Ser guapo es dejar fueros y privilegios, venga al llano y sea como el más común de los habitantes”. Creo que sería mi pequeña colaboración de audacia en un mundo dado vuelta y trastocado.

 

Tributo a Jorge Luis Borges (1899-1986)

1 de Noviembre 2020

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