DE PROVOCACIONES Y TRIBUTOS

Ni Libros Ni Alpargatas Barbijos

Corta Crónica de un País Perdido en Medio de una Pobreza que Nadie quiere ver

Vengo a intentar zanjar una vieja disputa sobre la frase “Alpargatas sí, Libros no” que se atribuye (erróneamente) a voces oficiales del peronismo en 1945. Esa frase, de haber existido, fue más bien un grito de los marginados contra cierta elite (epicentro de la sociedad hasta ese momento) y no representaba justamente a la política de estado del gobierno asumiente. Es mi opinión y como tal es discutible, como cualquier provocación al pensamiento. Seguramente fueron varias pintadas y carteles. Quizás también hasta aclamaciones callejeras azuzadas por ciertos sectores. Demos vuelta la página por Dios. Quedarnos en la antinomia Civilización o Barbarie en este mundo digital es prehistoria absoluta. Sin embargo, vengo a poner sobre la mesa otra mirada. Por Cristo, no podemos construir un país sin libros, sin alpargatas y solo con barbijos. Si entregas barbijos, por favor entrega libros o cuanto menos alpargatas también. Va de suyo que al decir “libros”, estoy diciendo “educación”. Y al decir “alpargatas” estoy diciendo mucho más que tener un calzado.

Sebastián hace changas quizás desde siempre. Ejemplo de padre con siete hijos, trabajador todo terreno y ahora abuelo. Me acompaña con diversas tareas desde hace más de treinta años. La vida no le fue fácil. Sebastián supo de la marginalidad más extrema, las tentaciones del alcohol y de las malas compañías. Pero un día, con amor mediante y con probada sanación espiritual, emergió con orgullo del lodo más profundo. Su familia y la Iglesia ayudaron a sacarlo de un derrotero que no tenía buen final. “Horacio soy otro, dame la oportunidad de volver a trabajar, tengo que llevar el mango a casa”. Por supuesto, que allí mismo tuvo como siempre todo mi apoyo. Con sus propias manos agrandó la casita y le puso pecho a todas las contrariedades. Se había puesto de pie nuevamente, un auténtico patotero del laburo. Hace unos meses, luego de iniciada la cuarentena y sin nada de trabajo, me llama y con vergüenza me pide unos pesos “a cuenta de algún futuro trabajo”. Le pregunto cual sería el destino de esos mangos y recibo como respuesta “es para acondicionar un carro”. Mi pudor fue más fuerte que mi curiosidad y deje la frase allí. Conocer más detalles era exponerlo a una situación casi humillante.

 El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA acaba de publicar datos palmarios, determinantes y dolorosos (Ver al Final del Artículo)

 En una foto que circuló días atrás, vi pibes descalzos, sin escuela ni libros, vestidos casi con harapos en medio de un lodazal, pero con los barbijos colocados para la ocasión, buscando así un efecto de propaganda vulgar, ofensiva e hiriente sobre todo para el que nada tiene. La foto produce un dolor incomparable que traspasa nuestra piel. Cuando se le grita “Planero” a alguien de ese 50% que está en la pobreza, no está entendiendo que hay una generación de compatriotas que no han tenido siquiera la oportunidad de conocer otra cosa. No son ellos los responsables, ellos son las víctimas. Nunca nadie ejemplificó mejor al clientelismo como la soberbia barra murguera uruguaya “Agarrate Catalina” cantando “La Violencia”, letra de Tabaré Cardozo (2013).

….Yo soy el error de la sociedad
Soy el plan perfecto que ha salido mal

Vengo del basurero que este sistema dejó al costado

Soy parte de un negocio que nadie puso y que todos usan
En la ruleta rusa, yo soy la bala que te tocó
Cargo con un linaje acumulativo de mishiadura
Y una imagen supura veneno de otra generación

Yo no sé quién soy, Yo no sé quién sos
Entendé, el rebaño, Se descarriló….

 

Blaise Pascal (1623-1662) fue un gigante matemático y físico francés (entre muchas otras facetas) sobre el cual quiero basar un par de analogías. Una de ellas es la famosa “Apuesta de Pascal”, donde el gran genio argumentaba que al no poder determinar vía la razón, si Dios existía o no, tenía más sentido apostar por su existencia, ya que así de alguna manera tendríamos la posibilidad de una felicidad eterna por ganar y por el contrario poco o nada por perder. En cambio, si no creyéramos en Dios, nos arriesgaríamos a una condena eterna. Así Pascal concluía que lo más racional era apostar por Dios, viviendo entonces en paz. Mi analogía con la “Apuesta”, es que los gobernantes parecieran estar tan convencidos que todo está mas que bien, que prefieren renegar de la realidad de los males y por ende se asegurarían su ventura de por vida. Mas aún, algunos hasta llegaron a gritar “A mi, la historia ya me absolvió”.

 Pero a Blaise Pascal también le debemos “La Ley de los Vasos Comunicantes” (1647, 24 años de edad) cuando formuló «La presión aplicada sobre un fluido contenido en un recipiente se transmite por igual en todas direcciones y a todas las paredes del recipiente contenedor». Y este es el meollo de lo que nos ocurre hoy, ya que una sociedad es consecuencia directa de las presiones que ejerzamos en ella con distintos fluidos a los que podríamos llamar Educación, Trabajo, Justicia, Salud, Dignidad. Si esos fluidos recorren los distintos vasos comunicantes (lugares y espacios de la sociedad) podríamos entonces encontrarlos esparcidos en todo ese universo finito. Somos de lo que estamos abastecidos. Cuanto menos, es de tilingos pensar que si por un vaso metiéramos “No Libros, No Justicia, No Respeto”, por otros vasos encontraríamos vergeles de prosperidad. No funciona así en la Física, ni tampoco en el día a día de un país. Somos consecuencia de lo que recibimos, de lo que vemos, de lo que aprendimos.

 Los que hemos tenido la suerte de habernos educado, saber lo que es un trabajo digno, entender que solo con el esfuerzo podremos crecer, no debiéramos excomulgar al marginal ya que por él nada bueno ha fluido. Por esa la letra de Tabaré Cardozo es un sopapo en nuestras caras. El 50% de nuestra población vive en la pobreza y la verdadera grieta es esa, no la estúpida grieta inventada en las Bancadas de Parlamentos o en los Despachos con Boiserie. La Grieta es entre él que nada tiene (por que nunca nada tuvo) contra el que algo tiene y trata de defenderlo. “Agarrate Catalina” no es una apología de la violencia. Nos muestra la dramática realidad desde la mirada del caído.

 Es imposible que el país tenga paz social con el 50% de Pobreza y el 28% de Indigencia. Vienen tiempos de mucha turbulencia. Pronto. Quién piense lo contrario cuanto menos debe ser catalogado de hipócrita. Para mantener el equilibrio, por los vasos comunicantes de la sociedad, deben fluir ejemplos de conducta, de responsabilidad, de justicia absoluta y de educación obsesiva . Y si no, Agarrate Catalina.

Tributo a Blaise Pascal (1623-1662)

Tributo a Agarrate Catalina, Murga (2001- )

8 de Diciembre de 2020

 

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